martes, 14 de febrero de 2017

Tu nombre (no) me suena

Hace unas semanas me contacté con un buen funcionario conocido de la ciudad, y le hice llegar una inquietud, con la imagen que acompaña este texto, a partir de ver la incipiente renovación de cartelería que la ciudad ha iniciado, y que hoy es noticia en los diarios.
http://www.lanacion.com.ar/1984082-carteles-sustentables-para-identificar-calles

Mas allá de la búsqueda y el real valor y prioridad que implique la iluminación led en los carteles, la inquietud apuntaba a aprovechar la carga de Sentido que implica nombrar un sitio, asignarle una carga simbólica que represente ideales o referencias colectivas, y la sugerencia pasaba por estudiar la posibilidad de agregar información que permita entender y conocer a que remiten los nombres de las calles, usando cada oportunidad para construir sentido y compartir en lo público la historia que amerita la elección de cada nombre.
La idea venía de años atrás, cuando en un remoto rincón de una remota ciudad en 2008, un casual rectángulo de chapa azul ponía en medio de mi liviano paseo toda la pesada carga de lo peor de nuestra historia reciente.
http://estudioafra.blogspot.com.ar/2009/06/de-que-escribir.html

Y recordar vale. Mucho.
y Saber , tanto mas.
Tenemos dos proyectos construídos hace años en la calle Clemente Onelli en San Isidro; y recién hace 3 meses nos enteramos que fue el primer director del Zoologíco de Buenos Aires , preparando nuestra entrega del EcoParque....(ahi lo ven a don Clemente llevando la jirafa desde el puerto a Palermo..)

Finalmente, y a partir de una foto que publicáramos en nuestro facebook, nos preguntábamos acerca de que pocos espacios públicos reconocen la referencia de algún arquitecto, y eso, de algún modo refleja el poco registro que la sociedad tiene de nuestro trabajo; o en una lectura mas triste, reconocer qué poco importa lo que hacemos, a pesar que todos viven y actuen adentro de nuestras ideas materializadas.
Probablemente el mejor registro de nuestro trabajo, sea el anónimo escenario al que damos forma día a día, el teatro de la vida, el increíble fenómeno colectivo de la Ciudad.

De todas formas, que lindo caminar por la Avenida Bonet.

Es de esperar que no dentro de mucho, 
la rambla Amancio Williams, el paseo Clorindo Testa, Bustillo, Alvarez, Sacriste, y sigan los nombres....

Los espacios que no ocupamos, alguien los ocupa.

viernes, 10 de febrero de 2017

San Isidro Legítimo

Nos parece justo ser crítico cuando hace falta, y celebrar cuando lo amerita.

Y en este caso, hay una saludable estrategia de acciones, y de comunicación, que creemos necesario acompañar y difundir.
En línea con ideas que venimos pregonando, y que la época impone y propone a la cultura a cada jornada, el Municipio donde trabajamos desde siempre, San Isidro, ha ido abrazando la idea de trabajar en dirección a las lógicas naturales territoriales, adaptando sus políticas y obras a las Demandas Legítimas Naturales, modificando sus Legalidades, Estratégias, Códigos, Presupuestos y Obras a tal condición.

Las Obras remarcables ya no son necesriamente las explícitas y tradicionales, sino que se acepta el valor de las obras infra e invisibles, aquellas que siempre La Política consideró poco redituaables en tiempos electorales, idea que a fuerza de machacar, de reclamos, y sobre todo de inundaciones, parece ir calando hondo.

Asi que celebramos y difundimos estas políticas, sus obras, (que aún no funcionan a la perfección pero empiezan a estar) y algunas inteligentes y didácticas piezas de comunicación para crear conciencia colectiva.
Y consideramos que las obras no son bellas por sus valores estéticos mas subjetivos, sino por la relación directa y profunda con las cuestiones mas pertinentes e inherentes a resolver del territorio soporte donde nos  movemos día a día.


Despúes de toda una historia antropizando equivocadamente el territorio natural, de ir solo detrás de la generación de plusvalía, la cultura parece entender el valor de la legitimidad natural, y si bien la presión desarrolladora aún es muy fuerte, ciertos reductos en la justicia, la presión de las organizaciones intermedias e individuos, y sobre todo, los ineludibles avisos que la propia naturaleza explicita cada día con mas rigor,
van logrando que quienes circunstancialmente administran la cosa pública, entiendan como redireccionar sus decisiones.

Enhorabuena.